Aliados árabes suníes de EE.UU. apoyan la decisión de Trump e Irak la rechaza
El Cairo.- Egipto, Jordania y varios países árabes del golfo Pérsico de mayoría o predominio suní mostraron hoy su apoyo a la decisión del presidente de EEUU, Donald Trump, de retirar a su país del acuerdo nuclear firmado con Irán en 2015, mientras que otros se mostraron más cautos e Irak rechazó tajantemente este paso.
El ministerio de Exteriores egipcio aseguró en un comunicado entender la “disposición de EE.UU. y la comunidad internacional para responder a las preocupaciones en torno al pacto nuclear con Irán y su injerencia en los asuntos de los países árabes”.
Asimismo, reafirmó la “necesidad de preservar la seguridad y la estabilidad de la región”, frente al “impacto negativo” de las políticas de Teherán en Oriente Medio.
Por su parte, Jordania pidió a Irán que “responda a la llamada del presidente estadounidense a negociar, continuar el diálogo y la cooperación con todas las partes con el objetivo de que la región permanezca libre de armas de destrucción masiva”.
Los países del golfo Pérsico alineados con Arabia Saudí, que dio ayer la bienvenida a la decisión de Trump, también apoyaron la salida de EE.UU. del acuerdo.
El presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, exiliado en Riad, elogió la salida de EE.UU. del pacto que “fracasó a la hora de proteger los intereses vitales de este país y sus socios en Oriente Medio, incluido Yemen”, donde Teherán apoya supuestamente a los rebeldes hutíes chiíes que le disputan el poder al mandatario.
“El régimen iraní aprovechó los beneficios del acuerdo y trabajó en exportar la violencia y el terrorismo, y en la injerencia en los asuntos internos de la zona, en el marco de una agenda expansionista”, denunció Hadi, según la agencia de noticias estatal, Saba.
Emiratos Árabes Unidos dio la bienvenida a la estrategia adoptada por Trump y el ministro de Estado de Asuntos Exteriores, Anwar Gargash, aseguró en Twitter que esta “es la correcta”.
El reino de Baréin, país de mayoría de población chií pero cuya clase dirigente es suní, aseguró que “apoya completamente la decisión del presidente del país amigo, que refleja el compromiso de EE.UU. de repeler la política iraní y sus intentos continuos de exportar el terrorismo a la zona” de Oriente Medio.
El Ministerio de Exteriores de Kuwait recordó que dio la bienvenida al acuerdo nuclear en 2015 porque “refuerza la seguridad y estabilidad en la zona”, a pesar de que no calma las preocupaciones de los países de la zona en torno al “comportamiento negativo iraní”.
Sin embargo, señaló que “respeta y entiende la decisión de EE.UU.” y subrayó “la importancia de que Irán se comprometa a no intervenir en los asuntos internos de los (otros) países y acepte su soberanía”.
Por su parte, Catar se mostró algo más cauto y señaló que, a pesar de que no forma parte del acuerdo, por su situación geográfica y sus relaciones con las partes se ve “afectado de forma directa por las repercusiones de las decisiones tomadas”.
En un comunicado, el ministerio catarí de Exteriores recordó que “la prioridad es eliminar las armas nucleares de Oriente Medio y evitar que las fuerzas regionales entren en la carrera” para conseguir dicho armamento.
En este sentido agregó que la comunidad internacional es “la garantía para detener la posible carrera nuclear”.
El sultanato de Omán, que tradicionalmente tiene una postura neutral en el golfo, dijo que mantiene “buenas relaciones de cooperación y amistad con EE.UU. e Irán” y hará lo posible para “mantener el estado de seguridad y estabilidad en la zona”.
Por su parte, Irak, un país árabe de mayoría chií, mostró su rechazo a la decisión de Trump, que “está al servicio de la escalada (de la tensión) y nadie se beneficia de ella, sino que alimenta las guerras que sufren los países” de Oriente Medio.
En un comunicado llamó a todas las partes a “trabajar para evitar las posibles repercusiones (de la salida de EE.UU. del acuerdo) y mantener los resultados positivos obtenidos” desde la aplicación del pacto.(EFE).