Costa Rica y Ecuador se unen para proteger sus joyas naturales del Pacífico
Costa Rica y Ecuador se unieron para proteger la gran riqueza natural que albergan en el Pacífico la Isla del Coco y las Islas Galápagos, dos joyas Patrimonio de la Humanidad que son la casa de cientos de especies, muchas de ellas en peligro de extinción.
Aunque uno se encuentra en Centroamérica y el otro en Suramérica separados por miles de kilómetros, estos dos países comparten frontera en el océano Pacífico y una voluntad por proteger la exhuberante biodiversidad de la zona.
Esta semana el Sistema Nacional de Áreas de Conservación de Costa Rica (SINAC), como rector del Parque Nacional Isla del Coco, y el Parque Nacional Galápagos (Ecuador) suscribieron un convenio de cooperación para la conservación y protección de los ecosistemas en la zona.
Este acuerdo permitirá establecer canales y vínculos para diseñar, desarrollar y ejecutar acciones para fortalecer el manejo de estas áreas protegidas con especial énfasis en las especies marinas.
“El convenio Marco de Cooperación permitirá unir esfuerzos para establecer canales y vínculos de asociación mutua para diseñar, desarrollar y ejecutar acciones y proyectos conjuntos en diversos temas, así como fortalecer la gestión y manejo de sus respectivas áreas protegidas”, dijo el director del SINAC, Mario Coto.
Las autoridades de ambos países se comprometen a generar investigación científica sobre la biodiversidad marina y terrestre, y trabajar en vigilancia marina-costera, manejo y erradicación de especies exóticas, cambio climático, fortalecimiento de capacidades, captación de recursos para la ejecución de proyectos, restauración de ecosistemas.
Además se comprometen al intercambio de experiencias y el desarrollo de estrategias conjuntas en seguridad humana y turismo sostenible.
Este convenio se firmó en el marco del final de una expedición científica de doce días liderada por la Fundación Pacífico, que buscaba recopilar información sobre los ecosistemas de la Isla del Coco y las Galápagos.
La expedición recorrió la Isla de Baltra en Ecuador e incluyó sitios como la Isla de Darwin (Galápagos) y la Reserva Marina Galápagos hasta que llegó a la Isla del Coco, recorriendo un total de 2.059 kilómetros.
“Se identificaron varias especies de tiburones y tortugas marinas utilizando la Cordillera de Cocos como una ruta migratoria entre ambas Áreas Marinas Protegidas. Antes no se había obtenido ni publicado evidencia visual”, explicó el director del Parque Nacional Galápagos, Jorge Carrión.
Carrión afirmó durante su visita a Costa Rica para la firma del convenio que “se cumplió uno de nuestros objetivos: determinar y demostrar la importancia ecológica de la zona para varias especies como tiburones y otros grandes pelágicos”.
Durante la expedición se instalaron sistemas de vídeo subacuático con carnada en 8 montes submarinos, con profundidades de entre 160 y 900 metros a lo largo de la ruta para obtener información, cuantificar la distribución, abundancia y la diversidad de especies.
Los científicos también analizaron el efecto de factores como la temperatura, la profundidad y la distancia de los montes submarinos sobre la distribución y la abundancia de las especies marinas encontradas
Las cámaras registraron 438 horas de grabación entre Galápagos y la Isla del Coco y se identificaron especies como el delfín nariz de botella, el pez vela, el pez piloto, el marlín rayado, ballenas, tortuga verde, tiburón de Galápagos, tiburón martillo, tiburón zorro y tiburón sedoso, entre otros.
“Fundación Pacífico está colaborando con el equipo científico que participó en la expedición para analizar todos los datos recabados, así como las secuencias de vídeo, información GPS y su ruta durante el tiempo de deriva en el mar, profundidad, temperatura y otra información relevante”, detalló la representante de esa organización, Zdenka Piskulich.
En la expedición participaron también la organización MigraMar y el Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (CIMAR) de la Universidad de Costa Rica, que prepararán documentos científicos y detalles de la experiencia para ser publicados por revistas especializadas relevantes.
Esta expedición contó con la participación de los dos parques nacionales, y el financiamiento de la Fundación Waitt, Shark Conservation Fund y Helmsley Charitable Trust. (Efe).