Empresas resienten creciente ola de inseguridad en México
México.- El cierre de dos centros de distribución de leche en el noreste de México refleja el apuro de las empresas para operar en un país afectado por una alarmante ola de inseguridad, enfatizada por los 2.343 asesinatos registrados en abril pasado.
El mexicano Grupo Lala, con presencia en Estados Unidos, Brasil y Centroamérica, decidió cerrar su centro de distribución de Ciudad Mante, estado nororiental de Tamaulipas, debido a que consideró inadecuadas las condiciones de seguridad en la región.
Esta decisión fue seguida por otro grupo lechero así como por otras empresas del sector alimentario debido a la inseguridad que prevalece en Ciudad Mante, que además tiene el mayor nivel de homicidios del país con 24,8 por cada 100.000 habitantes.
En el sur de México, la situación de alarma por la violencia quedó de manifiesto con la decisión tomada en marzo pasado por la empresa Coca Cola Femsa de cerrar su centro de distribución en Ciudad Altamirano, estado de Guerrero, ante el hostigamiento a sus trabajadores por grupos delictivos.
La semana pasada, un tren de carga de la minera Grupo México se descarriló en el oriental estado de Veracruz a raíz de que un grupo criminal manipuló el sistema de frenado para poder detenerlo y cometer un asalto.
El Gobierno del estado de Tamaulipas confirmó un diálogo con las empresas lecheras para atender sus necesidades de seguridad para que vuelven a operar en la región, aunque señaló que sus peticiones son tan específicas que “serían prácticamente de seguridad privada”.
Tamaulipas y Guerrero son dos de las entidades con mayores índices delictivos en México por grupos criminales; en el primero la organización conocida como los Zetas y en el segundo, los Rojos.
Estos cierres de empresas, por ahora temporales, son reflejo del “momento grave” que hay en país ante la ola de inseguridad, dijo a Efe Samuel González Ruiz, analista de seguridad y abogado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El experto dijo que la inseguridad en el país obedece a una mala implementación del sistema de seguridad y del sistema penal acusatorio.
Aseguró que el defecto en la implementación de este sistema es que resultó en jueces poco capacitados en asuntos de delincuencia organizada, además de mala calidad en la capacitación de las policías locales.
En abril pasado se registraron 2.343 asesinatos en todo el país, lo que quiere decir que probablemente vayamos a llegar a los 30.000 en el año, “una situación crítica ante la que no hay reacción”, indicó.
En los primeros cuatro meses de 2018 se han registrado un total de 8.900 asesinatos, junto con los 59.866 delitos por lesiones, de acuerdo con las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública del Gobierno de México.
La preocupación de las empresas está también centrada en la incidencia de los robos en el país, con una cifra global de 234.192 casos en los primeros cuatro meses del año, 29.580 de ellos a negocios, 66.661 de vehículos y 3.895 a camiones que transportan mercancías.
La Confederación de Cámaras Industriales, que agrupa a 46 cámaras nacionales, ha manifestado su preocupación por los niveles alarmantes de robo de mercancías, que en abril mostraban un 65 % de aumento respecto al mismo mes del año previo.
Los más afectados por el robo a mercancías son los estados de México, Michoacán, Puebla, Tlaxcala y Veracruz, y las carreteras que van de México a Puebla y a Veracruz y la México-Saltillo, de acuerdo con la Confederación.
La empresa Ferromex, uno de cuyos trenes fue saboteado para ser saqueado en el estado de Veracruz la semana pasada, mantiene encendidas las alarmas desde 2017, principalmente en la zona de los estados de Puebla y Tlaxcala.(EFE).