¿Espionaje o seguridad nacional?: EEUU triplica el número de registros de llamadas telefónicas
El número de extranjeros que viven fuera de Estados Unidos que fueron objeto de un programa de vigilancia por Internet sin autorización aumentó a 129.080 personas en 2017, desde los 106.469 afectados en 2016.
En Estados Unidos, la seguridad nacional no es un tema baladí. Desde los atentados terroristas del 11-S, el control de sus fronteras y la vigilancia extrema en busca de potenciales amenazas para el país. A veces hasta límites que rozan el ‘Gran Hermano’ más temido por la sociedad en su conjunto… y la tónica no parece que vaya a reducirse bajo el mandato del controvertido Donald Trump.
Los datos así lo corroboran. La Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos recopiló nada menos que 534 millones de registros de llamadas telefónicas y mensajes de texto de estadounidenses sólo el año pasado. Se trata de más del triple de los registros cosechados por el Gobierno norteamericano en 2016.
El fuerte aumento de 151 millones se produjo durante el segundo año completo del nuevo sistema de vigilancia establecido en la agencia de espionaje después de que los legisladores estadounidenses aprobaran una ley en 2015 que buscaba limitar su capacidad para recopilar dichos registros a granel. En concreto, los registros recopilados incluyen los números y el tiempo de una llamada o mensaje de texto, pero no su contenido.
Pero si ese es el nivel de espionaje reconocido a ciudadanos estadounidenses, imaginen lo que sucede con los extranjeros que viven fuera del país. También sobre eso tenemos cifras: el número de extranjeros que viven fuera de Estados Unidos que fueron objeto de un programa de vigilancia por Internet sin autorización aumentó a 129.080 personas en 2017, desde los 106.469 afectados en 2016. Si miramos el acumulado de cinco años, los ciudadanos extranjeros espiados por EEUU aumentaron alrededor del 45%.
Lo peor es que estas cifras pueden leerse incluso de forma positiva. No en vano, antes de la entrada en vigor del nuevo sistema de vigilancia masiva de la NSA, el recuento de registros de llamadas ascendía a miles de millones de registros recolectados por día, como denunció el excontratista de inteligencia estadounidense Edward Snowden en 2013.