Investigadores avanzan en la búsqueda de una vacuna contra la sífilis
Washington.- Un equipo de investigadores estadounidenses ha avanzado en el desarrollo de una vacuna efectiva contra la sífilis al identificar un tipo de proteínas exteriores de esa bacteria que podrían ser atacadas por un tratamiento de inmunoterapia, según un estudio publicado hoy en la revista mBio.
Los científicos de la Universidad de Connecticut (EE.UU.) fueron capaces de identificar las proteínas de la membrana externa de la T. pallidum, la espiroqueta que produce la enfermedad infecciosa de la sífilis, una tarea que se había investigado durante varias décadas.
Este hallazgo es relevante porque a pesar de los esfuerzos internacionales por erradicar esta enfermedad de contagio sexual, la sífilis está en aumento en la mayoría de los países del globo.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 10,7 millones de personas entre los 15 y los 49 años tuvieron sífilis en 2012, y alrededor de 5,6 millones la contraen cada año.
En Estados Unidos, su prevalencia está creciendo, particularmente entre hombres que tienen sexo con hombres y, en muchas naciones en desarrollo aumenta entre las trabajadoras sexuales y sus clientes.
Además, la sífilis es la segunda causa principal de muerte fetal y aborto involuntario en todo el mundo y, si no se trata, puede causar apoplejías, demencia y otras enfermedades neurológicas.
Esta enfermedad es difícil de estudiar porque, a diferencia de muchas bacterias que causan enfermedades, no se puede cultivar en un laboratorio o en ratones y, a parte de los humanos, el único animal que es susceptible de contraer la sífilis es el conejo, que la elimina rápidamente.
Así, estudiar el exterior de esta bacteria ha sido hasta ahora una tarea muy complicada, aunque es fundamental para el desarrollo de un anticuerpo que pueda acabar con la sífilis.
Para conseguirlo, el equipo decidió profundizar en el genoma de la bacteria y pudo encontrar los genes codificados para las proteínas de superficie.
El siguiente paso, según los autores, es usar estas proteínas para desarrollar un anticuerpo que luego podría convertirse en una vacuna, que se empezaría a probar en conejos.(EFE).