Karadzic defiende su papel como presidente en su recurso de apelación
La Haya.- El exlíder serbobosnio Radovan Karadzic, condenado a 40 años de cárcel por el genocidio de Srebrenica, crímenes de guerra y de lesa humanidad, hizo hoy una defensa de su papel como presidente de la República de Srpska y dijo que, bajo su mandato, todas las comunidades formaban parte de “un pueblo”.
El Mecanismo para los Tribunales Penales Internacionales (MICT, en sus siglas en inglés) celebró hoy la última jornada del recurso de apelación a la condena de Karadzic, en el que sus abogados han solicitado un nuevo juicio, argumentando supuestos “errores de derecho” cometidos en la fase anterior del proceso, mientras la Fiscalía ha pedido aumentar la pena a cadena perpetua.
Karadzic rechazó hoy todas las acusaciones por las que fue condenado en primera instancia y aprovechó los últimos quince minutos de la vista oral para defender su legado como presidente de la República de Srpska, de mayoría serbia, entre 1992 y 1996.
“Serbios, croatas y musulmanes éramos un pueblo, teníamos una identidad. Nunca tuvimos nada contra los musulmanes”, dijo ante un panel de cinco jueces.
Según la versión de Karadzic, la convivencia entre ellos se rompió cuando los bosnios musulmanes atacaron a los serbios para incitarles a reaccionar de forma violenta y provocar así una intervención internacional.
Una de las bases de la condena en primera instancia a Karadzic se basó en su responsabilidad por el sitio de Sarajevo, ocurrido entre 1992 y 1995 y en el que murieron unas 14.000 personas.
El exlíder serbobosnio indicó hoy que, durante esos años, el objetivo principal de los musulmanes bosnios era “expulsar a los serbios de Sarajevo”, mientras que éstos sólo querían “defender sus zonas, pero no tomar otras”, y sufrieron “ataques de infantería”.
Insistió en que los serbios “estaban desesperados por conseguir la paz” y que él siguió los consejos de la ONU de intentar desmilitarizar la ciudad, pero los musulmanes bosnios se negaron, continuaron la lucha e “infligieron dolor a su propia gente”.
Sobre el genocidio de Srebrenica, que acabó con la vida en 1995 de 8.000 bosnios musulmanes, la mayor masacre en Europa desde la II Guerra Mundial, y por el cual ya fue condenado en primera instancia, la defensa aseguró que su cliente no sabía nada de la masacre, pues en los informes que recibía del Ejército y los servicios secretos no se hacía referencia alguna a la ejecución de prisioneros.
Por otro lado, la defensa de Karadzic presentó supuestos “errores de derecho” durante la fase anterior del juicio que habrían violado sus derechos legales.
Dos de esos errores habrían sido un retraso por parte de la Fiscalía en la entrega de pruebas, lo que habría impedido a la defensa examinarlas con tiempo suficiente, y la no aceptación de testigos llamados por Karadzic.
La Fiscalía, por su parte, solicitó aumentar la pena hasta la cadena perpetua y considerar al exlíder serbobosnio culpable del único cargo por el que no fue condenado en 2016: genocidio en algunos municipios de Bosnia-Herzegovina.
“Karadzic facilitó y alentó la violencia contra los bosnios musulmanes” en esas regiones, “recibió de forma continua información” sobre lo que allí pasaba y “no dio ningún paso para evitarlo”, dijo la fiscal Katrina Gustafson.
La acusación reconoció que el número de víctimas mortales en esos municipios es menor que en Srebrenica, pero argumentó que el delito de genocidio no obedece “a un cálculo matemático”, sino a la intención de las tropas serbias de “destruir (a los musulmanes serbobosnios) físicamente como comunidad”.
Los jueces de apelación del MICT, institución heredera del Tribunal Penal para la Antigua Yugoslavia (TPIY) tras el final de esta corte, no tienen todavía una fecha fijada para su decisión, aunque se calcula que esta se tome en los próximos meses. (EFE).