La fuerza del trueno
Chris Hemsworth es un hombre de hoy, literalmente. Como embajador global de la fragancia Boss Bottled y rostro de la campaña publicitaria Man of Today de la marca, sigue los fragantes pasos de Gerard Butler y Ryan Reynolds. Pero ellos son el pasado. Hemsworth es la nueva estrella y es recibido como tal en las oficinas centrales de Hugo Boss en Metzingen, Alemania, donde nos encontramos con él. “El éxito sin integridad no significa nada”, se le escucha afirmar mientras se ajusta el traje y bebe un espresso en el comercial de la fragancia.
La sede de esta casa de moda alemana es tan elegante como podrías esperar, con estructuras de concreto gris y una decoración monocromática. De pronto, Hemsworth entra a la habitación. Es alto, fornido y bronceado, como un dios del sol rodeado de adoradores pálidos y flacuchos; su brillo amplificado por la camisa blanca que lucha para contener su físico. Sin necesidad de micrófono, su voz resuena como un trueno. Visto desde cualquier criterio objetivo, se trata de un hombre imponente.
Por supuesto, palabras como “integridad” deben tomarse con un grano de sal cuando vienen de parte de grandes marcas. Sin embargo, es indudable que más allá de sus dimensiones, propias de un personaje de historieta, Hemsworth proyecta una imagen de incuestionable autenticidad; nada de efectos especiales, trajes con relleno o ángulos favorecedores. Es la clase de hombre que estrecha tu mano con firmeza y te pregunta con convincente sinceridad si se han conocido antes, aunque las probabilidades de que recuerde tu entrevista previa son mínimas (a menos que la memoria perfecta sea otro de sus superpoderes). En resumen, es un australiano de sonrisa franca y trato sencillo, y cuesta imaginar que tenga algo remotamente parecido a un “ritual de belleza y aseo personal”.
“Bueno, mi esposa lleva años diciéndome que tengo que cuidar mi piel”, admite sobre Elsa Pataky, la madre de sus tres hijos pequeños y estrella de la franquicia Fast & Furious. “Paso mucho tiempo bajo el sol, surfeando en el océano y esto definitivamente daña mi rostro. Así que mientras ella continúa luciendo joven y yo cada vez parezco más viejo, me hace pensar ‘bueno, quizá tiene un buen punto…’” Así que a sus 34 años, después de mucho protestar, finalmente ha accedido a usar el humectante La Mer de su esposa: “Parece ayudar”.
INTERVENCIÓN DIVINA
Claramente así es. En el año 2016, la revista Vanity Fair nombró a Hemsworth como el actor más guapo de todos, destacando sus ojos color zafiro. (Para ser justos, sí son realmente llamativos). Un par de años antes, fue elegido como el hombre más sexy del mundo por la revista People. “No puedes más que reír al escuchar eso, ¿no lo crees?, afirma esbozando una amplia sonrisa. “En cualquier caso, me siento contento y agradecido”.
Hemsworth es la clase de hombre que gusta de reír de sí mismo, quizá el ejemplo más notable sea el falso comercial de American Express que realizó para Saturday Night Live. Búscalo en Google. “Cuando llegué a Hollywood me dijeron que nunca tendría éxito como actor”, explica en el video. “Dijeron que era demasiado alto y rubio. Mis músculos eran demasiado grandes. Estuve deambulando por Hollywood durante días”. El chiste es que Hemsworth es simplemente un ganador en la lotería genética y para él las dificultades son inexistentes. “Si un fornido australiano con un rostro perfecto puede tener éxito”, concluye la parodia, “cualquiera puede hacerlo”.
La realidad es que le tomó algo más que eso. Tras dejar Melbourne por Los Ángeles, casi de inmediato consiguió el papel del padre del Capitán Kirk en Star Trek de JJ Abrams, pero después de eso pasó ocho meses sin conseguir nada. Incluso cuando se presentó la oportunidad de interpretar a Thor en 2011 –un papel para el que está hecho– las cosas no se dieron tan fácil. A pesar de que uno de los encargados del casting bromeó diciendo que buscaban a alguien “tipo Thor, no al Thor real”, el director de la cinta, Kenneth Branagh, no se sentía confiado. Fue necesaria una llamada de Joss Whedon, quien entonces dirigía a Chris en Cabin in the Woods, para que el director veterano lo contemplara.
Una vez elegido, Hemsworth se puso a trabajar duro en el gimnasio, aumentando más de 9 kilos de músculo –un proceso que repetiría en su preparación para la secuela, Thor: The Dark World, y para Thor Ragnarok de 2017. De hecho, si cuentas ambas cintas de Avengers: Infinity War, la primera de las cuales se estrenó en México el 27 de abril (la segunda parte llegará a las salas en 2019), habremos visto a Thor siete veces en casi la misma cantidad de años. Incluso rodeado de todo un equipo de superhéroes, el personaje de Hemsworth se ha convertido en uno de los favoritos de la audiencia. Cuando apareció el primer trailer de Thor: Ragnarok el año pasado, casi destruye el internet con 136 millones de reproducciones en 24 horas, un récord sólo superado por Infinity War entre las cintas del universo Marvel.
Sobre esa cinta, la cual le dio un nuevo giro a la saga de Thor, Hemsworth afirma lo siguiente: “Lo que sucedió es que me aburrí de verme interpretando ese personaje. Pensé ‘¿Por qué la gente querría ver una tercera entrega?’. No puede ser simplemente una edición más de lo que hemos hecho antes. Debe ser casi un nuevo personaje. Así es como surgió la idea de cortarle el cabello y destruir el martillo”. Fue una apuesta arriesgada, y funcionó: Thor Ragnarok recaudó más de 850 millones de dólares a nivel mundial. No era el cabello largo y dorado lo que hacía de Thor un personaje entrañable, sino la combinación de arrojo y buen humor que lo caracteriza, además de sus enormes bíceps.
CUERPO CELESTIAL
Aunque luce muy bien en pantalla, el físico de Hemsworth se ha vuelto un dolor de cabeza para los sastres de Hugo Boss: “Actualmente me estoy probando sacos y ellos sólo me dicen ‘bueno, ésas eran las tallas’”. El actor explica que suele tener dos medidas distintas, dependiendo del momento en que se encuentre en el calendario de filmaciones: “tengo muchos trajes que van de mi peso normal a mi peso de Thor”. Con peso normal se refiere al que suele mantener cuando está en casa en Byron Bay, Australia, “pasando la mayor parte del día con los niños en la playa, nadando o surfeando. Es un estilo de vida muy activo en exteriores”. Pero en estos momentos, en una escala de uno a Thor, Hemsworth dice, “debería ser un 10. He viajado mucho y no he podido entrenar tanto como me gustaría pero estoy cerca”.
Afortunadamente, mover la aguja en la báscula se ha vuelto cada vez más sencillo con el paso de los años. “Lo que notas conforme pasa el tiempo es que tus articulaciones y otras partes del cuerpo sufren”, asegura. “Empiezas a pensar, ‘eso no solía dolerme cuando hacía ese levantamiento’. Pero la memoria muscular es un gran plus. Recuerdo que la primera vez tuve que entrenar y comer mucho. Ahora es más fácil hacer cambios. Conoces la rutina, sabes qué funciona y qué es excesivo”.
Aunque eso no significa que lleve siete años realizando los mismos ejercicios. Hemsworth y su entrenador, Luke ‘Zoco the Body Pro’, Zocchi, mezclan movimientos clásicos como dominadas, remos y curls con battle ropes, caminata de oso atado a una banda de resistencia y lanzamientos de pelotas medicinales. “Aún realizo ejercicios de aislamiento por una cuestión puramente estética, es la mejor manera”, explica. “Pero ahora combino eso con muchos movimientos funcionales para sentirme más atlético. Si únicamente aislas los grupos musculares lucirás bien pero no te sentirás así”.
Resulta sencillo hablar sobre la superioridad del entrenamiento funcional frente a los métodos tradicionales de fisiculturismo, pero la realidad es que una vez que se pone el disfraz, sólo sus brazos son visibles, así que no estaría cumpliendo su papel como la encarnación del dios del trueno –o un australiano arquetípico– si no trabajara en los músculos clásicos de un cuerpo de playa. Pero lo hace de una forma inteligente. Procura realizar tres sesiones de levantamientos pesados por semana, pero si algún día se siente demasiado cansado, entonces Zoco modifica la rutina para realizar otro tipo de ejercicios, más enfocados en la técnica del movimiento que en el peso. “Debes sorprender a tu cuerpo constantemente para que evolucione”, dice el actor. “Y la variedad es clave porque te mantiene mentalmente estimulado”.
FIGURAS INFLUYENTES
También ha dejado atrás el plan de nutrición que adoptó para las primeras películas de Thor, el cual consistía esencialmente en devorar tanta carne como fuera posible a la manera vikinga. “Para ser honesto, estaba comiendo cantidades excesivas de carne cuando comencé”, afirma. “Afortunadamente, no necesito tanta para conseguir los mismos resultados ahora. Pero soy consciente de la cantidad de proteínas animales que consumo. En la actualidad intento obtenerlas de legumbres, granos y vegetales”.
Aunque no se siente tentado a seguir los pasos de su hermano más joven, Liam, y volverse vegano, Hemsworth acepta que ha adquirido un mayor interés en las perspectivas holísticas sobre la salud y el fitness, pero sin perder la perspectiva. “Creo que todo ese asunto de que sea ‘cool’ llevar un estilo de vida verde es positivo, pero no cabe duda de que se trata de un negocio”, asegura. “En ocasiones es sólo una cuestión de imagen, pero si ayuda a que las personas coman de forma más saludable y sean más conscientes, entonces genial”. Además, a diferencia de California, el lugar perfecto para seguir cualquier moda, “ si vives en los suburbios en Australia, resulta más complicado”.
Los meses que ha pasado en el set de The Avengers también le han brindado la posibilidad de estudiar el cerebro de Robert Downey Jr., un apasionado del fitness, aunque los contrastes son notables. “Downey tiene un programa de entrenamiento muy diferente, es una especie de guerrero zen, realiza aikido, meditación y cosas así. Creo que puede ser un estilo de vida muy saludable”, apunta Hemsworth. “Hablo mucho con él sobre ello. Me convenció de practicar yoga con su maestro un par de veces”.
Parece que, tanto para el cuerpo como para la mente, Hemsworth disfruta un tipo de entrenamiento que está libre de convencionalismos. “Cualquier cosa que me haga esforzarme hasta el punto en que no pueda pensar en otra cosa, esa es mi meditación”, dice. “Ya sea en el entrenamiento de pesas o surfeando, particularmente si las olas son grandes, me encantan las descargas de adrenalina que te obligan a estar completamente presente”.
Ni su ajetreado horario ni su personalidad activa permiten mucho tiempo para el tipo de autoexploración que suele realizarse en posición de loto. “Probablemente debería hacerlo con más frecuencia”, admite. “Pero suelo mantenerme bastante ocupado”.
Sin duda es esta mezcla de sinceridad y fortaleza, además de su poderoso físico, lo que llamó la atención del equipo de marketing de Boss Bottled. Lo que hace de Hemsworth un hombre de hoy es que es un tipo masculino pero no agresivo; un hombre en vez de un muchacho. Es un esposo devoto y un padre que prioriza la calidad de vida de su familia al llevarlos a vivir al otro lado del mundo de su lugar de trabajo, y que a pesar de esto no descuida sus obligaciones. Además huele realmente bien. Lo tiene todo.
Para los fanáticos de Marvel, el personaje de Thor es uno de los más grandes héroes ilustrados. Pero el modelo a seguir de Hemsworth es alguien que vive más cerca de casa. “Mi padre me llevaba a mis entrenamientos de rugby y a la playa antes o después de la escuela”, cuenta. “Trabajó muchos años en protección a menores y siempre fue muy vocal sobre la importancia de prevenir las injusticias y tener una infancia saludable y llena de amor. Nos inculcó esa actitud y esos valores. Así que él es mi héroe y siempre lo será”. (MH).