Palestina teme perder terreno en América Latina por la influencia de EE.UU.
Jerusalén.- La histórica decisión de la Casa Blanca de trasladar la embajada de Tel Aviv a Jerusalén ha sido seguida por Guatemala y Paraguay y podría serlo próximamente por Honduras, unas decisiones que hacen temer que Palestina pierda terreno en América Latina por la influencia de Washington
“Estados Unidos está buscando de todas las maneras que haya otros que trasladen sus embajadas y recurre a países más pobres ofreciéndoles dinero”, lamentó a Efe Mohamed Odeh, encargado de América Latina en el poderoso partido Fatah, que encabeza el presidente palestino Mahmud Abás.
La Presidencia de Donald Trump, las amenazas de ese país en la ONU y su fuerte influencia en Latinoamérica son algunos factores que se están notando, pero también el cambio político en varios países y que Palestina no haga suficiente esfuerzo en esa región, que tanto le apoyó a principios de la década con el reconocimiento a su Estado y votaciones en foros internacionales.
Abás realiza esta semana un viaje a Venezuela, Chile y Cuba para tratar de reforzar las relaciones con estos países, a quienes pedirá que no sigan los pasos de Guatemala y Paraguay, que moverán este mismo mes sus embajadas.
EE.UU. se convertirá en el primer país en hacerlo, el lunes, contraviniendo el consenso internacional de no reconocer Jerusalén como capital ni palestina ni israelí hasta que ambas partes alcancen un acuerdo.
“Que los países trasladen sus embajadas a Jerusalén Occidental no es tan grave, el problema serio sería si lo hiciesen a Jerusalén Oriental”, territorio palestino ocupado, señala Odeh tratando de restar importancia al suceso.
En su opinión, “que de 35 países que dos o tres cambien sus embajadas no supone un giro trascendental para la causa palestina”.
Sin embargo, cree que ese no es el camino y que los países latinoamericanos deberían “influir para que Israel acate la legislación internacional y las resoluciones de la ONU”, y advierte que “los traslados no favorecen ningún proceso de paz venidero”.
La decisión guatemalteca y paraguaya es a su entender “fruto directo de la presión de EE.UU.” y de promesas de ayudas económicas por parte de la Casa Blanca.
El diputado de Fatah y también encargado de América Latina Fayed Saqa asegura desde Belén que el viraje político en algunos países latinoamericanos no ha beneficiado a Palestina.
“En estos últimos años ha habido un cambio en el panorama político. Un giro a la derecha, ligado a la política norteamericana, todos hemos oído las amenazas de la representante estadounidense en la ONU contra los países que no sigan su postura. Hay países que han caído en esa influencia y por eso han virado en la cuestión palestina”, explica.
“Desgraciadamente, la influencia norteamericana es muy poderosa”, dice el parlamentario que, sin embargo, no cree que haya muchos otros países que se sumen al traslado.
“Es triste, va en contra de las convenciones y la legalidad internacional, yo creo que sus parlamentos tienen que ponerle freno”, agrega, pero matiza que “el traslado no cambia que Jerusalén sea la capital palestina, parte de los territorios ocupados” y promete que seguirán “intentando a través del diálogo convencerles de que su postura no es coherente ni acorde a la ley internacional”.
Un trabajo que echa en falta un alto cargo palestino en Ramala que pidió no ser identificado y reclama mayor presencia palestina en Latinoamérica.
“Entre 2010 y 2012 hubo una coyuntura política en la región que nos ayudó: gobiernos de izquierdas o antiimperialistas. Ahora hay más gobiernos populistas, débiles y cuestionados que tratan de buscar su legitimidad al amparo de Trump, acercándose a Israel”, analiza este oficial que reconoce sin embargo que, aparte de la cuestión política, “se han cometido muchos errores”.
“En Honduras hay 100.000 palestinos, pero nadie se ocupa de ellos”, la actividad palestina en el continente ha bajado y no se fomentan y cultivan las relaciones, lamenta.
Próximamente, Palestina dará un paso para reforzar su presencia abriendo embajadas en Bolivia y Ecuador.
Pero para este oficial “la situación que hay hoy en América Latina es la peor que ha habido históricamente en treinta años”, algo que se constata “en los votos de apoyo en la ONU, las abstenciones o las condenas sobre lo que ocurre en Gaza”, menos firmes que antes.
“Paraguay, Argentina y Uruguay nos apoyan, pero no como antes. También han bajado los niveles en Chile, los votos de Salvador y Guatemala ya no son seguros y el de Honduras se ha perdido, así como algunos del Caribe”, opina, aunque no cree que esto vaya a derivar en un traslado masivo de embajadas: “esto se para aquí”, asegura optimista.(EFE).