Perder horas de sueño puede matarte (literalmente)
Dormir poco y mal durante períodos prolongados de tiempo no es ninguna broma. Mientras que a corto plazo afecta de forma negativa a tu cerebro, provoca fatiga, falta de concentración y productividad, ansiedad o pérdida de memoria, a largo plazo las consecuencias se agravan y multiplican, aumentando con creces las probabilidades de padecer toda clase de enfermedades.
Para muestra, un botón: no dormir lo suficiente incrementa las posibilidades de sufrir cáncer, más de 6.000 accidentes automovilísticos mortales al año son causados por una conducción soñolienta, y dormir en torno a cinco horas puede ser un factor determinante para contraer diabetes. Estos son algunos de los datos aportados en el libro “Why We Sleep”, publicado por el neurocientífico Matthew Walker, que dirige el laboratorio de sueño y neuroimágenes de la Universidad de California en Berkeley.
Walker ha proporcionado consejos de sueño para la NBA, la NFL y Pixar, entre otros. Su primer libro se trata de una profunda inmersión en las investigaciones científicas sobre la importancia del sueño, así como una guía práctica para dormir mejor.
El resumen del autor es muy claro: “Cuanto más corto sea tu período de sueño, más corta será tu vida”. Pese a lo categórico de esta sentencia, se calcula que dos tercios de los adultos del planeta no duermen lo suficiente. La OMS estima que deberías hacerlo durante ocho horas aproximadas cada noche, aunque los datos varían ligeramente en función de la edad y del género.
El neurocientífico insiste en respetar la pauta de permanecer de forma estricta durante ocho horas en la cama, intentando dedicarse exclusivamente a la tarea de dormir. Este horario te ayudará a mantenerte despierto y productivo durante el día, así como emocional y físicamente en forma.
La falta de sueño debolita tu sistema inmune, propiciando que sea más difícil para tu organismo luchar contra enfermedades de toda clase que oscilan desde el resfriado común hasta el cáncer. También te hace más vulnerable hacia enfermedades crónicas y aumenta las posibilidades de padecer Alzheimer, obesidad, accidente cerebrovascular y diabetes.
Cabe señalar que la falta de sueño cambia la forma en que funciona la insulina en tu cuerpo y la rapidez con que las células absorben el azúcar, siendo muy negativo dormir poco a largo plazo para tu corazón, vasos sanguíneos y riñones.
Solamente un 1% de la población puede ser considerada una “élite insomne”, programada para sobrevivir únicamente seis horas, compartiendo el BHLHE41, un gen poco común. Walker destaca que el cambio de hora al horario de verano ejemplifica algunas de las consecuencias de la falta de sueño: aumento de accidentes automovilísticos, reacción más lenta o aumento de los ataques al corazón en un 25% durante el período estival. Es más, los hombres japoneses que duermen menos de seis horas tienen entre 400 y 500% más probabilidades de tener un ataque cardíaco.
Por último, recordamos que la falta de sueño provoca que tu organismo sea un mejor caldo de cultivo para el cáncer, especialmente los de colon, mama y próstata. Un programa de sueño irregular o en la franja diurna del día también puede dar lugar al cáncer, ya que causa la supresión de la melatonina. De hecho, desde la Organización Mundial de la Salud llaman al trabajo nocturno un “carcinógeno probable”. (Tcb).