Regalan cinco toneladas de pan en Buenos Aires en rechazo al alza de tarifas
Buenos Aires.- Panaderos de la provincia de Buenos Aires se congregaron hoy frente a la sede del Congreso argentino para repartir cinco toneladas de pan en rechazo al aumento de las tarifas implementado por el Gobierno, que afecta, en gran medida, a la materia prima de su producción.
“Es una acción simbólica que busca visibilizar la situación que están sufriendo 40.000 panaderos en Argentina; la panadería que no puede trabajar de manera normal termina informalizándose, cierra la cortina y trabaja en negro”, aseveró a Efe el presidente de la Asociación de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino, Leo Bilanski.
Por tanto, demandan ante la Cámara de Diputados, que precisamente logró hoy el quórum necesario para debatir en una sesión especial la subida de los precios de servicios públicos, que se declare la “emergencia tarifaria” y se retrotraigan los importes a los que regían en 2017.
A su vez, exigen que una comisión especializada justifique las razones “técnicas” que generan “este brutal aumento de tarifas”.
En relación con el producto principal con el que comercian, el pan, los propietarios de comercios locales defienden que no pueden hacer frente a un alza tan pronunciada en los precios de la harina: “Más del 100 % en los últimos 15 días”, señalan.
El popularmente llamado “tarifazo” no solo afecta a las cooperativas de producción del alimento, sino también a las expensas (gastos comunes del edificio), ya que algunos “han pasado de pagar 2.500 pesos (unos 122 dólares) a 25.000 (unos 1.222 dólares)” en sus facturas de luz en un lapso de tres años, según Bilanski.
“Las cargas sociales son insoportables, no hay forma de tener totalmente en regla una panadería y por mucho que uno tenga la intención, no dan más los costos”, lamentó Gonzalo Barragán, propietario de la panadería Colón, en la localidad bonaerense de Luján.
Además, aseguró que, por este motivo, aumenta la clandestinidad de estos comercios en distintos puntos de la provincia y, por tanto, se fomenta un perjuicio para la formalidad de la economía argentina.
“Tenemos quejas de los consumidores, cada vez que vienen tienen un precio distinto en el mostrador”, afirmó Barragán.
La acogida social que tuvo el “panazo” fue apabullante, reflejada en una fila de cientos de personas que daba la vuelta a la Plaza de los Dos Congresos y que suponía esperas de más de media hora para recibir un kilo de pan.
Esta última subida de las tarifas de los servicios públicos ha generado una gran polémica denunciada no solo por los organismos civiles, el pequeño comercio o la oposición, sino también por aliados políticos del oficialismo. (EFE).