Trucos para evitar discusiones usando la Inteligencia Emocional
Usar la Inteligencia Emocional para evitar discusiones te ayudará tanto en tu vida profesional como personal. La clave no está en intentar controlar tus emociones, sino las reacciones que manifiestas después de sentir las mismas.
La mayoría de empleados pasan un tercio del día en su jornada laboral y es casi inevitable que surja algún conflicto que otro de vez en cuando. No obstante, perder los papeles con un compañero tan solo creará tensión y mayor dificultad para trabajar, siendo más fundamental que nunca mantener la calma.
Puede que no sea posible suprimir tus emociones ante determinadas situaciones, pero la clave no está en que desaparezcan. En cambio, la técnica ideal para evitar discusiones es saber reconocer tus emociones, entenderlas y cambiar tu reacción ante las mismas; es decir, gestionar las emociones de manera inteligente.
Y, como si nombre bien indica, en esto consiste la Inteligencia Emocional. No hace falta que nazcas con este tipo de inteligencia, puedes desarrollarla. Hoy nos vamos a centrar en cómo usar la inteligencia emocional para evitar conflictos en el trabajo, una serie de técnicas reveladas por Justin Bariso, experto en comunicación empresarial y fundador de Insight, en Inc que también puedes aplicar a las discusiones en casa o con amigos:
- Pausa: La clave para evitar decir cosas de las que después te arrepentirás está en pensar antes de hacerlo. Es fácil actuar impulsivamente dejándonos guiar por nuestras emociones, por lo que tienes que darte tiempo para identificar la emoción y suprimir el impulso. Cuando notes que una sensación negativa te invade tomate un tiempo antes de reaccionar, cuenta hasta 10 y da una respuesta racional.
- Volumen: Cuando te comunicas con alguien os estáis imitando mutuamente mucho más de lo que te imaginas. Si tú elevas la voz, también lo hará la otra persona. En cambio, si te centras en hablar de manera calmada probablemente la otra persona adopte un tono de voz similar y se apaciguará la situación.
- Silencio: Si esto último no funciona deja de hablar. Es una apuesta segura para no decir nada de lo que te vayas a arrepentir después, y la otra persona podrá soltar toda su ira y probablemente se tranquilizará después. Además, a ti te supondrá mucho menos esfuerzo.
- Escucha: Aprovecha estos segundos o minutos – esperemos que no sean horas – de silencio para escuchar atentamente a la otra persona. No intentes interpretar lo que dice, simplemente recopila información e intenta entender su punto de vista. ¿Qué es lo que le ha enfadado tanto? El hecho de que prestes atención a lo que tiene que decir la otra persona probablemente le ayude a tranquilizarse, a todos nos gusta que nos escuchen.
- Adelanta: Aprovecha la pausa para adelantar y ver el futuro: ¿Qué consecuencias tendrá esta discusión? ¿Cómo cambiará según mi reacción? Tus actos perdurarán en el tiempo, tienes la oportunidad para cambiar ligeramente como sera el futuro con una respuesta adecuada. (Tcb)