Walter Riso, el psicólogo clínico que desnuda su alma en su primera novela
Buenos Aires.- El psicólogo italiano Walter Riso, acostumbrado con sus libros superventas a brindar consejos para tener una vida mejor, ha decidido revelarse, echar mano de la imaginación y ser él quien desnuda ahora su alma para hacer catarsis en su primera novela, “Pizzería Vesubio”.
“Quería ser irresponsable, porque en los otros libros tengo que ser muy responsable, porque habla el profesional, con cuidado en lo que dice, buscando evidencia empírica”, narra Riso en una charla con Efe en Buenos Aires, ciudad a la que, cuando era un niño, a mediados del pasado siglo, emigró desde Nápoles junto a su familia.
Y es precisamente eso, un viaje en barco desde la ciudad italiana a la capital argentina, el punto de partida de su primer libro de ficción (Planeta), protagonizado por Andrea, un chico que si bien no es el “alter ego” del escritor, representa en buena parte, con sus aventuras y desventuras, la esencia de sus orígenes y el periplo de su vida.
“Hay parte de ficción, parte de realidad, coincidencias… lo que quise mostrar es todo lo que pasaba en el interior de una familia de emigrantes que montan una pizzería”, reconoce Riso, psicólogo clínico desde hace 30 años y artífice de 25 libros técnicos y de divulgación -denominados por muchos como ‘autoayuda’- que han sido traducidos a multitud de idiomas.
Autodefinida como un “reencuentro”, la novela es para Riso un antes y un después en su trayectoria, ya que por fin pudo materializar algo que tenía adentro desde hace tiempo y que sentía tenía que contar.
El resultado personal fue una “catarsis en muchos sentidos” y de cara al lector “un fresco de la época” de la sociedad argentina, que está fuertemente marcada por la inmigración italiana que llegó al país entre finales del siglo XIX y principios y mediados del XX.
“Después de Italia, el país más italiano que hay es este. Aquí están entre lo ‘tano’ (como se llama popularmente a los italianos que emigraron al Río de la Plata) y lo gallego (español). Este país, sin esa multiculturalidad que la ha caracterizado, no sería nada”, reconoce el psicólogo.
Es así que en las más de 300 páginas de “Pizzería Vesubio”, en torno a las vicisitudes de la migración surgen tópicos rioplatenses como la nostalgia permanente; pero también las circunstancias históricas -Andrea no se salvará de sufrir el terrorismo de Estado-, la supervivencia, el perdón, la infidelidad, el sexo y sobre todo la gastronomía, con el negocio familiar como puntal.
“Esa pizzería es un personaje. Andrea se avergüenza de su familia, pero al pasar por la pizzería descubre cosas y termina respetando a su familia”, subraya el psicólogo, una profesión que también elige desarrollar el propio protagonista de la obra.
La pasta en sus variedades más napolitanas, las empanadas y sobre todo la pizza se dan la mano continuamente en un libro que Riso creó con una visión “muy cinematográfica”, que tiene a Buenos Aires como principal escenario pero que además pasa -evidentemente- por Nápoles y por Barcelona.
No obstante, en esa ciudad española vive el escritor -viajero constante- mitad del año, mientras que la otra mitad se la pasa viajando. “Un pie en Latinoamérica y otro en Barcelona”, suele decir.
Consultado por qué le gustaría que la gente aprendiera de su primera novela, tan solo desea que la disfruten como él lo hizo y “que aprendan a cocinar”.
“Yo estaba un poco cansado de escribirle a la gente, quería escribir algo que sea para mí, algo creativo”, matiza el artífice de libros como “Ya te dije adiós, ahora cómo te olvido”, “Enamórate de ti” y “Ama y no sufras”.
Doctor en psicología, especialista en Terapia Cognitiva y magister en Bioética, así como formador de terapeutas, no le tiembla el pulso al reconocer que de sus lectores también aprende muchas cosas.
“Aprendo a cómo yo no las tengo todas… cómo hay ejemplos que no los he contemplado. Me bajan los humos, me vuelve humilde a la fuerza, porque uno ve que, pese a eso, hay casos que no los he contemplado y son incompletos. Es un ‘feedback’ permanente”, concluye.(EFE).